Artvista

Equipo

thesoofyland > Soofy Torres

Soofy Torres

Ingeniero civil con Master en Arquitectura y sostenibilidad

Email soporte@thesoofyland.com

Mi nombre es Soofy Torres. Desde pequeña crecí en un entorno donde la excelencia y la imagen de perfección eran lo más importante. Recuerdo que el “qué dirán” marcaba cada decisión. Aprendí a guardarme lo que sentía, sobre todo si era incómodo, y a adaptarme a las expectativas de los demás, incluso antes de que las expresaran.

Mi vida giraba en torno a dar una buena imagen de mí y de mi familia, porque en mi mente tenía que ser perfecta para que
alguien me quisiera. Con el tiempo, me convertí en una extraña para mí misma. Aunque tenía muchos grupos de
amigos y conocidos, sentía una soledad muy profunda, como si nadie realmente me conociera.

Tenía la certeza de que, si alguien llegaba a ver mi verdad, no podría amarme. Estaba agotada de mantener las apariencias, pero no sabía hacerlo de otra forma. Mi vida era un constante intentar cumplir, a costa de mi propia paz.

En 2023, mi cuerpo dijo basta. Fui diagnosticada con Síndrome de Piernas Inquietas. Aunque el nombre suene gracioso, padecerla no lo es. Por las noches, al intentar dormir, mis extremidades se movían de forma involuntaria, piernas y brazos, una y otra vez. Podía pasar toda la noche así, sin poder descansar. Era como si mi cuerpo me dijera: “No te duermas, es peligroso”. Era agotador, frustrante, y me estaba consumiendo.

Visité varios médicos especialistas en neurología en Barcelona. Todos coincidían en que debía tomar una medicación fuerte, la misma que se prescribe para personas con epilepsia, que me ayudaría a dormir… pero no a sanar. Esta solución no era suficiente para mí. Sabía que debía haber algo más.

Soy de un pequeño pueblo en el interior de Venezuela, y desde niña siempre soñé con conocer el mundo. Ese sueño me llevó a emigrar a varios países, pero en el camino descubrí algo que no esperaba: el ajetreo de las grandes ciudades me afectaba profundamente. Mi búsqueda de perfección, sumada al caos del entorno, me estaba agotando física y emocionalmente.

Con el fin de sanar mi malestar, decidí emprender un camino hacia adentro. Profundicé en una búsqueda interior que había pospuesto durante años. Sané mi relación con mi entorno familiar, trabajé en mi relación conmigo misma, cambié hábitos de alimentación, comencé a practicar yoga, meditación y descubrí algo llamado “higiene del sueño”, del que nunca había oído hablar. Poco a poco, mis síntomas comenzaron a mejorar.

Sin embargo, fue en mi última migración cuando experimenté un cambio definitivo. Me mudé a una ciudad tranquila, con un parque precioso al lado de donde vivíamos. En ese lugar, el 90% de mis síntomas desaparecieron. Por primera vez en mucho tiempo, podía dormir. El otro 10% lo podía prever y controlar. Fue entonces cuando entendí algo clave: el entorno tiene un impacto enorme en nuestro bienestar.

Hoy sé que mi entorno no solo me afecta físicamente, sino también emocionalmente. Cambiar mi espacio y mi manera de vivir me enseñó que merezco ser honesta conmigo misma, priorizar lo que necesito y construir un refugio que me permita ser quien realmente soy.

1.- soy Ingeniero civil con Master en Arquitectura y sostenibilidad, me gusta el diseño. Soy migrante por varios países y con ello he conocido distintas ciudades. La última mudanza la hice desde una ciudad cosmopolita, bella, muy turística, me encantaba pero si es verdad que al mudarme a la ciudad actual me di cuenta de lo desgastante que es vivir allí. Mucho caos, mucho estrés, largos viajes de casa al trabajo, poco tiempo para comer, 8 horas de trabajo fuera del apartamento y un día a la semana para trabajar, y eso que vivía en la misma ciudad donde trabajaba. Tenía compañeros que vivían lejos y que esa incomodidad se les
multiplicaba. Al llegar del trabajo, tenía que hacer la comida de almuerzo del día siguiente, me la tenía que llevar porque no medaba tiempo de volver a casa a comer y volver al trabajo, y aunque me diese tiempo, no daría tiempo de cocinar. Luego de cocinar para el día siguiente, preparaba la ropa que me pondría para trabajar, limpiaba un poco el piso, ordenaba el salón o alguna ropa pendiente de plegar, y prácticamente era la hora de hacer la cena. No tenía descanso, no tenía hobbies, no tenía respiro ni en mi propia casa. Así eran mis días. No sin contar con que comencé un camino de descubrimiento interior hacía años atrás. También me
diagnosticaron Síndrome de piernas inquietas en esa ciudad, y desde allí profundicé aún más el querer conocer el por qué de esto que me pasaba.

2.- La conocía desde mi interior, pero descubrí que tenía nombre en YouTube. No soy la inventora de esta disciplina, pero con mis inclinaciones hacia el diseño lo aplicaba un poco. En mi última mudanza me di cuenta de la ciudad tan agitada en la que vivía y justo quería dar a mi nuevo nido su toque relajante, calmado pero sin perder la estética.

3.- Si. Al ser un piso de alquiler no podía hacer reformas pero lo apliqué en lo que podía hacerlo. En este punto no se me viene a la mente ejemplos concretos, pero si que los hay. Si puedes hacerme preguntas al respecto para ayudarme sería mejor. Busqué plantas de interior, jugué con las texturas, los colores relajantes. Teníamos la fortuna de vivir en un piso con varias ventanas en el salón, por lo que la iluminación natural era un encanto, aún en días nublados.

4.-Mis obstáculos fueron siempre por el tema de diseño, porque me gustan muchos estilos, soy alegre por lo que el color me representa, pero al querer buscar un ambiente de relajación me daba temor entrar en un ambiente monótono. En cuanto a lo económico, no resultó nada costoso, pues al final compré pintura y rodillos para pintar la pared, limpié el sofá. Compré unas mesitas de salón a un vecino que también se estaban mudando. Un mueble para la TV, que indistintamente del enfoque que le quería dar al piso había que comprarlo, por lo que me encargué que fuese estilo madera. Las plantas las compré online, no soy de muchas plantas
pero me encanta lo que producen en mí, alegría, vida.

5.- En esta nueva ciudad, bajaron drásticamente mis episodios de piernas inquietas. También apliqué otros cambios, como la higiene del sueño, meditación. Dormía mejor. También comencé a comer en un horario diferente, por lo que también ayudó. No digo que me he curado, pero si soy testigo de que he mejorado sin ningún tipo de medicación.

6.- Me motivó las ganas de democratizar neuroarquitectura, no es sólo para personas con gran músculo financiero sino que debe ser una información al alcance de todos. Todos vivimos en un estrés, expuestos a muchísima estimulación, no sólo tecnológica sino por todo lo que está sucediendo y esta necesidad de tener que estar en todo. Empieza a ser tan alta que muchas personas se empiezan a saturar -como yo- y empezamos a encontrar medios para aislarnos y resulta que estos medios tienen que ver con la calma de nuestros sentidos. Escuchamos frecuencias y ondas Alpha para escondernos del bullicio exterior.

7.- Logren crear su propio refugio de paz y tranquilidad o de creatividad y productividad según sea lo que busquen. Que se sientan empoderadas de poder hacerlo sin la necesidad de tener que contratar o gastar grandes cantidades de dinero para hacer de su espacio lo que quieran
reflejar.

es_ESSpanish

Soofy, acompáñame mientras recorro este espacio